Photo by Jorge Conesa |
¿Alguna vez te has preguntado dónde se vive más y mejor? La respuesta se encuentra en las llamadas zonas azules del planeta.
Diferentes equipos y autores han estudiado las zonas del mundo donde se concentra un mayor porcentaje de personas centenarias (hasta 10 veces superior que en otras zonas del planeta), tratando de analizar qué características tienen en común a pesar de situarse a cientos de kilómetros unas de otras.
Uno de estos equipos ha sido el de la National Geographic liderado por Dan Buettner. Han estudiado las distintas zonas azules, analizando las costumbres, los hábitos, la forma de ver la vida,... es decir, la forma de vida de sus centenarios. A partir de este análisis han extraído qué aspectos tienen en común los centenarios de cada una de las zonas, llegando a una serie de principios que consideran que hacen que una persona pueda llegar a vivir más de 100 años.
Este equipo ha desarrollado un proyecto que busca aplicar esos principios a la vida de las personas, permitiendo que vivan más y mejores años (Blue Zones Project).
¿Dónde están estas zonas azules? Según dicen los datos, las cinco zonas donde se concentra un mayor porcentaje de centenarios en el mundo son: la Isla de Cerdeña (Italia), la Isla de Okinawa (Japón), Loma Linda (California), Nicoya (Costa Rica) y la Isla de Icaria (Grecia).
¿Qué podemos hacer para convertirnos en centenarios?
Se han encontrado muchas similitudes entre los centenarios de todas estas zonas azules, en cuanto a dieta y estilo de vida. En concreto, se han encontrado grandes aspectos que caracterizan la vida de estas personas.
Se han encontrado muchas similitudes entre los centenarios de todas estas zonas azules, en cuanto a dieta y estilo de vida. En concreto, se han encontrado grandes aspectos que caracterizan la vida de estas personas.
1. Se mantienen activos
Todos los centenarios estudiados se mantienen físicamente activos. Pero lo relevante es que no realizan ejercicio físico como lo conocemos hoy en día (yendo, por ejemplo, al gimnasio expresamente para hacer deporte), sino que se mueven de forma natural. Su rutina diaria les exige moverse, realizar ejercicio físico. Y es que, además, este ejercicio tiene un sentido para ellos e implica una actividad satisfactoria.
Así que, estos centenarios organizan su vida de tal manera que están obligados a realizar actividad física. Por ejemplo, los mayores de Okinawa se sientan en el suelo, lo que les obliga a sentarse y levantarse del mismo 30 o 40 veces al día.
2. Sentido de vida
La forma en que organizan su vida estos centenarios les lleva a tener una actitud positiva. Es decir, tienen un sentido de vida, un propósito en la misma, lo que la llena de actividad y, al mismo tiempo, les genera motivación y satisfacción. Además, esta organización incluye alguna forma de reducir su ritmo diario, ya sea rezando o venerando a algún dios.
Además, en el lenguaje de estas zonas poblacionales se ha observado que existen palabras específicas para expresar este sentido de vida.
3. Dieta saludable
Todos los centenarios estudiados se mantienen físicamente activos. Pero lo relevante es que no realizan ejercicio físico como lo conocemos hoy en día (yendo, por ejemplo, al gimnasio expresamente para hacer deporte), sino que se mueven de forma natural. Su rutina diaria les exige moverse, realizar ejercicio físico. Y es que, además, este ejercicio tiene un sentido para ellos e implica una actividad satisfactoria.
Así que, estos centenarios organizan su vida de tal manera que están obligados a realizar actividad física. Por ejemplo, los mayores de Okinawa se sientan en el suelo, lo que les obliga a sentarse y levantarse del mismo 30 o 40 veces al día.
2. Sentido de vida
La forma en que organizan su vida estos centenarios les lleva a tener una actitud positiva. Es decir, tienen un sentido de vida, un propósito en la misma, lo que la llena de actividad y, al mismo tiempo, les genera motivación y satisfacción. Además, esta organización incluye alguna forma de reducir su ritmo diario, ya sea rezando o venerando a algún dios.
Además, en el lenguaje de estas zonas poblacionales se ha observado que existen palabras específicas para expresar este sentido de vida.
3. Dieta saludable
Aunque no existe una dieta para la longevidad, sí se ha observado que todos los centenarios estudiados beben un poco al día (como el sake en Okinawa, o el vino en otras zonas) y consumen muchas verduras. Esto no significa que no coman carne, sino que comen poco y basan su dieta en las verduras, las legumbres y los frutos secos.
Además, en estas culturas se han observado estrategias para evitar comer en exceso, y "alejarse de la mesa" cuando consideran suficiente.
4. Red social
Todos ellos tienen una buena red social de apoyo. En concreto, dan prioridad a su familia cercana, centrándose en el cuidado de sus hijos y sus padres. Además, suelen pertenecer a alguna comunidad, por ejemplo de tipo religioso; esto les aporta sentido de pertenencia.
Se ha observado también, que las personas centenarias se rodean de personas que tienen un estilo de vida similar al suyo. Se puede decir que se rodean de personas "adecuadas": con estilos de vida saludables.
En definitiva, no hay una solución a corto plazo, una pastilla o una receta para la longevidad. Aunque llevar a cabo estos consejos no garantiza alcanzar los 100 años, sí se ha observado al menos que todos los que llegan a esa edad lo han hecho.
Además, en estas culturas se han observado estrategias para evitar comer en exceso, y "alejarse de la mesa" cuando consideran suficiente.
4. Red social
Todos ellos tienen una buena red social de apoyo. En concreto, dan prioridad a su familia cercana, centrándose en el cuidado de sus hijos y sus padres. Además, suelen pertenecer a alguna comunidad, por ejemplo de tipo religioso; esto les aporta sentido de pertenencia.
Se ha observado también, que las personas centenarias se rodean de personas que tienen un estilo de vida similar al suyo. Se puede decir que se rodean de personas "adecuadas": con estilos de vida saludables.
En definitiva, no hay una solución a corto plazo, una pastilla o una receta para la longevidad. Aunque llevar a cabo estos consejos no garantiza alcanzar los 100 años, sí se ha observado al menos que todos los que llegan a esa edad lo han hecho.