Hoy me gustaría hablaros de algo que es estereotipo y preocupación a partes iguales. A todos nos ha pasado alguna vez que no recordamos donde hemos puesto las llaves, qué íbamos a buscar a la nevera o cómo se llama la vecina nueva. Pero, ¿qué pasa si tenemos 60 años, o más? En seguida nos asaltan las dudas y nos preocupamos: "estoy perdiendo memoria", "¿estaré empezando con una demencia?" Y quizá los demás piensen: "es normal, es mayor", "uyyy, ya está perdiendo la memoria". Preocupación y estereotipo a partes iguales.
Los olvidos benignos o el declive de la memoria asociado a la edad, como su nombre indica, son benignos y no implican que vayamos a tener una demencia o que estemos perdiendo memoria.
Con la edad, algunos aspectos de nuestra capacidad cognitiva se mantienen estables o incluso aumentan (como la inteligencia cristalizada, todo el conocimiento que acumulamos a lo largo de nuestra vida), pero otros declinan ligeramente (aunque no en todas las personas ni de la misma forma), como son la velocidad a la que procesamos la información o la memoria de trabajo. A esta última le cuesta más rendir igual que antes, pero tengo buenas noticias: sigue funcionando y, además, podemos mejorarla.
¡Te propongo algunos consejos útiles!
1. Realiza diferentes y variadas actividades. Mantente activ@: la actividad y la variedad ayudan a mantener ágil nuestro cerebro, creando nuevas conexiones entre las neuronas y reforzando las existentes.
2. Realiza ejercicio físico. El ejercicio aeróbico tiene una gran repercusión a nivel cerebral y contribuye a mantener, incluso mejorar, nuestras habilidades cognitivas: sal a caminar, juega al tenis, nada unos largos en la piscina...
3. Mantén tu mente activa. Realiza cualquier actividad, por mínima que sea, que te haga pensar o razonar con un poco de dificultad: lee el periódico, analiza una noticia y pregúntate cosas (reflexiona) sobre ella, haz un crucigrama, memoriza un número de teléfono en lugar de anotarlo...
4. Relaciónate con los demás. Queda con un amigo/a, organiza una comida, apúntate a alguna actividad de grupo, participa en un concurso, ábrete una cuenta en una red social virtual (Facebook, Twitter, Post55...).
5. Utiliza ayudas externas: notas, agenda, recordatorios, alarmas...
6. Intenta ser ordenad@ y organizad@: procura mantener las cosas importantes más o menos en el mismo sitio, vuelve a colocar los objetos en su sitio habitual cuando dejes de utilizarlos...
Si los olvidos no afectan gravemente a tu vida diaria, si eres consciente de que te has olvidado de algo, si lo puedes recordar más tarde, seguramente se trate de un olvido benigno.
Siempre, ante la duda, consulta a tu médico. Y si te puedo ayudar u orientar en algo, puedes dejr un comentario o preguntarme lo que quieras a través del formulario de contacto.