miércoles, 25 de octubre de 2017

¿Existe la demencia senil?


En demasiadas ocasiones podemos escuchar hoy en día el término demencia senil, y por desgracia en ocasiones de boca de profesionales "expertos" en el tema.

Aunque hasta el siglo pasado era un concepto que se utilizaba mucho para referirse a aquellas personas mayores que iniciaban un proceso de deterioro a nivel cognitivo, hoy en día está obsoleto y en desuso.

¿Por qué está mal decir "demencia senil"?

Demencia si, senil no. La palabra senil hace referencia a aquello que es "relativo a la vejez". Por tanto, demencia senil haría referencia a aquella que es propia de las personas mayores, que se debe a la edad. 

La vejez, per se, no da lugar a una demencia, no es la causa. Por tanto, la demencia senil no existe. Otra cuestión es que la edad sea un factor de riesgo para desarrollar una demencia, lo cual sólo indica que las probabilidades de que aparezca son mayores. 

Aunque ha sido un término muy utilizado, en la teoría, en la práctica y en el uso cotidiano, conviene desterrar este término de nuestro vocabulario. Por una razón de peso, y es que implica asumir que las personas mayores están deterioradas a nivel cognitivo, y todos tenemos en nuestra mente ejemplos de personas mayores que mantienen una salud cognitiva de hierro.

Por tanto, no asumamos que las personas mayores pierden la memoria por que sí, no asumamos que los olvidos y la demencia son "normales" en la vejez... Estaríamos contribuyendo a perpetuar un estereotipo negativo muy enraizado.


Muchos tipos de demencia

Existe multitud de tipos de demencia. Cuando una persona mayor, o no tan mayor, comienza con un proceso neurodegenerativo, puede deberse a múltiples causas (nunca a la edad!).

Dependiendo de la causa que la genere y del tipo de síntomas, podemos hablar de un tipo de demencia u otro.

Existen diferentes tipos de demencia, que se pueden agrupar en dos grandes categorías: 

Demencias primarias: las que se producen por un mal funcionamiento de alguna zona de nuestro cerebro. Dentro de estas encontramos demencias como la de tipo Alzheimer, la demencia por Cuerpos de Lewy o la demencia Frontotemporal (antes conocida como Enfermedad de Pick). 

Demencias secundarias: son consecuencia de otra afectación de nuestro cerebro, por ejemplo de un ictus o de un tumor cerebral. Entre ellas estaría la demencia vascular.

Por tanto, si no conocemos el tipo de demencia que afecta a la persona, no conviene utilizar el término demencia senil como cajón de sastre. Siempre tiene una causa, y nunca es la edad.


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