Estamos en plena celebración navideña, y con ella los preparativos, la decoración, las reuniones familiares, las comidas, los regalos… Pero, ¿cómo reaccionará una persona con demencia?
Si nunca has vivido esta situación en casa, quizá nunca te
lo hayas planteado. Si convives con una persona con demencia, sabes a qué me
refiero.
Aunque depende de la causa que lo origine, el deterioro
cognitivo supone una dificultad para asumir gran cantidad de información, para
procesar gran cantidad de estímulos y para tolerar grandes alteraciones en la
rutina habitual. Tener un entorno estable, seguro y predecible ayuda a que las
personas con una disminución en sus facultades cognitivas no se sientan
angustiadas y alteradas.
Las celebraciones navideñas no ayudan a que esto sea así,
por lo que me gustaría dejaros algunos consejos para hacerlas más llevaderas a
aquellas personas afectadas por algún tipo de deterioro cognitivo, así como
para integrarlas y hacerlas partícipes de las mismas.
1. Decoración
Es importante que la persona se sienta orientada en el
tiempo, y los adornos navideños son un buen aliado para ello. Decorar el hogar
ayudará a que la persona tenga presenta la época del año que es. No obstante,
tampoco conviene sobrecargar el entorno.
2. Rutinas
Dentro de lo posible, conviene mantener las rutinas de la
persona con deterioro lo máximo posible. Es decir, conservar los horarios
habituales de descanso, comidas y actividades facilitará ese sentimiento de
seguridad que comentaba más arriba.
3. Encuentros familiares
Durante estas fechas, en ocasiones, nos reunimos con
miembros de la familia que no vemos durante el resto del año. Es posible que la
persona con deterioro cognitivo no los recuerde. No conviene saturarla con
demasiadas visitas, ni tampoco ser insistentes preguntando “¿no te acuerdas?”
Simplemente, dale pistas que le ayuden a ubicar a esa persona de la familia,
hazle sentir que es alguien familiar.
4. Comidas
Mantener los hábitos y las rutinas también es importante en
relación a las comidas. Como decía, conviene preservar los horarios y número
diario de comidas, pero también el tipo de comidas. Aunque durante estas fechas
el menú cambia un poco, no conviene que sea demasiado diferente, variado ni
abundante. No le satures con demasiadas opciones, dale a elegir entre dos
platos, pues así preservaremos su autonomía sin hacerle sentirse abrumada.
5. Hazla partícipe de los preparativos
Una forma de que la persona se siga sintiendo partícipe de
las celebraciones y costumbres familiares, es permitirle participar en ellas.
Una buena forma de hacerlo es delegar en ella tareas que sabemos que puede
hacer sola o con poca ayuda. Por ejemplo, pídele que te ayude a poner la mesa,
a decorar el árbol de navidad o a envolver regalos.
6. Regalos
La elección de los regalos para una persona con demencia
puede resultar difícil. No por ello debemos excluirla de esta tradición que se
realiza en familia. Evita regalos demasiado alejados de sus gustos anteriores o
actuales, demasiado complejos o abstractos. Recurre a aquellos que transmiten
cercanía, cariño y afecto. Buenas ideas son, por ejemplo, un álbum con fotos de
la familia, un cd con música de su agrado o con canciones que sean le sean
significativas por algún motivo, un libro sencillo (no infantil) que sea de su
agrado, o lociones de baño o corporales con olores agradables y estimulantes
(olor a diferentes frutas, a flores,…).
Espero que estos consejos puedan ser de utilidad para los
que me leéis, a los que os quiero desear unas Felices Fiestas, y que el próximo
año venga cargado de motivación, entusiasmo y nuevos proyectos, porque eso es
lo que mueve el mundo.
Un abrazo.